Seguramente en más de una ocasión has escuchado que el destino está escrito, y que por mucho que nos empeñemos en cambiarlo no lograremos nada (muy “optimista”, si…)
O, por el contrario, puede que hayas oído o leído que no hay nada escrito por ningún lado y que absolutamente todo depende de nosotros.
¿Cuál de las dos es la correcta?
Realmente es una combinación de ambas cosas. Déjame que te explique:
Los antiguos sabios chinos, creían que en el Universo había tres tipos de suerte que influían en nuestra vida:
- La suerte del Cielo
- La Suerte de la Tierra
- La Suerte del Hombre
Este concepto en metafísica china se conoce como la Trinidad Cósmica, y se aplica a muchas disciplinas: la Medicina China, el Feng Shui, la Astrología, el I Ching, e incluso algunas Artes Marciales.
- La Suerte del Cielo
Se refiere a lo que nos ha dado Dios, el Cielo o el Universo en el momento del nacimiento, justo cuando tomas tu primer aliento. No se puede cambiar.
La suerte del Cielo decide cuando y donde nacemos (en qué tipo de cultura, país), quien es nuestra familia, el tipo de relaciones que tendremos, el tipo crianza, y lo que es más importante, define nuestra personalidad: con qué talentos y potenciales venimos a este mundo. Cuáles son nuestros puntos fuertes o débiles, tu inteligencia, tus habilidades para ciertas cosas, tu relación con el dinero, con las parejas, incluso tu carácter de emprendedor si lo tienes te viene dado de nacimiento. Es como tu sello personal, tu equipamiento de fábrica.
- La Suerte de la Tierra
Tiene que ver con el Feng Shui de tu casa, del lugar donde vives o trabajas. En el Feng Shui es importante saber de dónde viene el Chi o energía vital, y como se distribuye en tu espacio físico. Algunas partes de una cuidad, estado o país se benefician de cierto tipo de energía que otras no tienen, y lo mismo ocurre a una escala más micro, más personal directamente en tu vivienda: ¿Cómo es tu casa? ¿Cómo te afecta? ¿Duermes bajo una corriente de agua subterránea o una geopatía? ¿Qué mapa energético tiene tu vivienda? Todas estas variables influyen en ti y forman la Suerte de la Tierra.
Y, por último, pero no menos importante:
- La Suerte del Hombre:
Se refiere directamente a nosotros como personas y a las decisiones que tomamos en la vida: nuestras virtudes, creencias, nuestra educación, exposición y experiencia en la vida y de las cuales podemos obtener sabiduría.
¿Nos crecemos ante las dificultades o nos echamos a morir?
¿Ayudamos a los demás o nos sentimos víctimas de las circunstancias?
¿Tienes pensamiento positivo o lo ves siempre todo negro?
La Suerte del Hombre es lo que hace que nos esforcemos por mejorar nosotros mismos como personas y en la sociedad. ¿Qué haces TU con lo que te viene dado por nacimiento, con tu carácter y tu personalidad? Es tu libre albedrío y como te comportas en la vida.
Estas tres suertes están interrelacionadas, no existe la una sin la otra. Hay maestros que dicen que cada una tiene exactamente un 33% de proporción, pero lo cierto es que la suerte del Cielo pesa más. La tendencia de tu personalidad va a querer influir mucho en las otras dos áreas, y depende de cómo sea tu Suerte del Cielo se lo vas a permitir o no. Por eso yo siempre le digo a mis clientes que tengas la carta BaZi que tengas, siempre hay algo que puedas hacer. El libre albedrío es importante, aunque no sea un 33%, es importante recordar que nosotros tenemos la clave para crecer, para evolucionar, para aprender de los errores y para crear buen karma con nuestras acciones.
[Tweet «Conocerte a ti mismo es importante, sobre todo cuando necesitas dirección y orientación»] A veces solo es cuestión de conocer el momento perfecto para tomar o evitar ciertas decisiones y para esto conocer la Suerte del Cielo es de gran ayuda.
Y tú, ¿Qué opinas? ¿Crees que está tu destino está escrito? ¡Me encantaría leerte en los comentarios!
Gracias por leerme. Un abrazo,
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