Siempre estuve destinada para la astrología…
Seguramente a ti de pequeña te atraían cierto tipo de cosas: los libros, quizá las flores. A mí me fascinaban las piedras. Sí, las piedras.
Aunque no sabía qué era exactamente lo que me atraía de ellas, de alguna manera podía sentir su energía. Me pasaba lo mismo con la luna. Sentía cómo influía en nosotros y en nuestros comportamientos y sensaciones. En todo lo que ocurría a nuestro alrededor.
Pero como la vida es sabia y siempre nos lleva por el camino que debemos recorrer, a mis 10 años recibí mi primera señal del destino.
Estaba en la casa de una amiga y en su estantería vi un libro que llamó poderosamente mi atención: “Los signos del zodiaco y su carácter”, de Linda Goodman. Era la primera vez que tenía un libro de astrología en mis manos.
La madre de mi amiga, que era astróloga y pintora, me preguntó mi fecha de nacimiento, hizo los cálculos pertinentes para crear mi carta natal y me dijo: “llévate el libro a casa y léelo con calma”.
Nunca me dijo que vio en mi carta, pero el hecho de que me regalase el libro, siempre me ha hecho pensar que algo le dijo que yo también estaba destinada a la astrología.
Ese libro me ha acompañado desde entonces y fue la primera señal de que uno de mis propósitos de vida era ser astróloga.
De la arquitectura a la astrología
Pero solo cuando hice mi primer curso de BaZi, en el 2003, sentí que aquello era lo que llevaba buscando toda mi vida. El BaZi era la fusión perfecta entre la filosofía detrás de la metafísica china que tanto me gustaba, pero aplicada a la persona. Por eso decidí dedicarme al BaZi de manera profesional.
Dejé mi trabajo en una multinacional americana que no me llenaba y seguí formándome y preparándome para algo mucho más grande (aunque en ese momento no lo sabía).
Estudié Feng Shui y varios tipos de astrología pero no sentí mi aprendizaje completo hasta que conocí a un maestro BaZi, que se convertiría en mi mentor y me enseñaría un método mucho más coherente y práctico a la hora de abordar la carta natal.
Por fin sentía que iba por el camino adecuado.
Ayudar a personas en procesos de transformación a conectar con su SER y no solo con su HACER. A mirar hacia adentro y darle luz a sus bloqueos y miedos para vivir una vida más plena y feliz. Una vida con sentido y propósito.
Por ello, todo lo que he aprendido, vivido y practicado estos años está resumido en mis sesiones de carta Bazi, un mapa de autoconocimiento y exploración ideal para todas aquellas personas que quieren comprenderse más a sí mismas y conectar con su verdadera esencia.
¡Estoy deseando conocerte y acompañarte en este viaje de autoconocimiento!
Esto es lo que dicen algunas de mis clientas sobre mis sesiones
Recomendaría 100% que se hiciesen la carta astral con Luisa, porque resulta una herramienta muy reveladora a la hora de conocerse a sí mismo. El autoconocimiento es la base para poder alcanzar todas nuestras metas.
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